jueves, 20 de mayo de 2010

Proyecto pit

lunes, 26 de abril de 2010

leroy

Hoy “Aventuras a cuatro patas” tiene el placer de presentar a Leroy, un amigo Pittbull que nos pidió mediante “correo-guauguau” salir en nuestro reportaje de los domingos: Y aquí estamos para contar su historia, para darle el ladrido y narrar su vida junto a sus queridos amos. Esto es para vosotros.


Leroy llegó al mundo en pleno verano del 2005, un 10 de agosto, en Huesca, donde se crió hasta los dos meses cuando fue recogido por su ama Verónica… aunque la vuelta a la capital fue difícil para nuestro amigo por los nervios y los vómitos por fin tenía un humano para él solito. Desde el principio nuestro cuatro patas protagonista fue duro y muy tenaz… lectores que desde cachorro se tiraba desde la cama, desde las encimeras al suelo… pero sin ningún dolor. ¡Todo un perrazo, ya apuntaba maneras!


Y con apenas seis meses se mudó de hogar a un sitio mejor, donde tiene mucho campo y muchos amigos y lo que más nos gusta a todos: MUCHAS COSAS PARA OLFATEAR. Nuevos mundos, nuevos animales por descubrir. Ay Leroy como nos recuerdas a uno de nuestros redactores con esa “pequeña manía” que se tiene de cachorros de reestructurar el hogar… destrozando un poquito las cosas; a nuestro redactor le daba por el bricolaje y la electricidad y albañilería (paredes) a ti por las zapatillas pero eso si… no comiéndote el par sino dejando uno de recuerdo, para que no se olvide la “mami”¿eh?


Como a nosotros, a ti te encanta correr y correr, nosotros creemos que deberíamos ir a unas Olimpiadas, que seguro que entre tú y la redacción podemos superar a Usain Bolt y a cualquier que se nos ponga por delante.


Pero lo que le convierte a Leroy en un perro excepcional es su hermosa relación con un niño con autismo, son amigos inseparables y no pueden ni quieren vivir sin el otro; y tú compañero te has convertido en la mejor ayuda para este pequeño humanito. ¡Estamos todos muy orgullosos de ti! Para que luego hablen mal de tu raza, si sóis todo nobleza.


Porque queridos lectores,Leroy es un Pittbull… si esa raza con una leyenda tan negra y tan malvada… y que no es nada justa para ellos, como habréis visto en nuestra entrevista http://aventurasacuatropatas.blogspot.com/2010/04/desmitificando-al-american-pit-bull.html, la raza de nuestro compañero cuatro patas es una de las más nobles e inteligentes que hay… y los caso de violencia es debido no a malos perros, sino a malos dueños. Y el mejor ejemplo de buen compañero es nuestro ahora ya amigo Leroy.


En sus casi 5 años de vida… ¡ha sido papá! (ufff qué responsabilidad) y tuvo seis hijos y tiene la suerte de tener a uno de ellos cerca y poder verlo a menudo. Padre e hijo son uña y carne a los que les encanta compartir su tiempo juntos. Pero qué buen padrazo. Pero chicas, está solterito, aunque tenga novietas como Gala, Laika o Golfa… y ¡ojo! No le importa ni raza (golden, perro de caza, cocker…) ni la edad… es todo un Casanova.


Y tiene un vicio que desea confesar… ¡las piedras! En los paseos las coge pero…¡oh incertidumbre! Sufre cuando tiene que volver a casa y no sabe con cual quedarse; aquí donde le véis es un cuatro patas de horario fijo… llegan las 21:30 y zasca hora de cena… pero la cena de los humanos y entonces emplea la famosa táctica: ponemos carita de pena, lloramos y entonces… algo cae. Jejeje como te lo sabes ¿eh? Lo confesamos, nosotros también.


Y aunque sea brutote, aunque pudiera ser todo un jugador de rugby por sus placajes, Leroy al final es todo corazón y bondad, que adora a su “mami” y a su “papi” y lo mejor es que, con los defectos que tenemos todos, es un perro deseado y querido, que tiene una vida plena, y al que ya incluimos en nuestra lista de amigos, por lo que nos es un placer.


Leroy, de toda la redacción te mandamos un ladrido de orgullo y de cariño, por ser todo un ejemplo para tu raza.